Recientemente se ha especulado no solo sobre el estado de salud del Arte, sino que se llegó a presumir su muerte...
Antes de abocarnos a la tarea de planificar el debido funeral, conviene tomarnos un momento para verificar los hechos, emulando a los personajes de Agatha Christie, para intentar dilucidar el asunto de la presunta muerte del Arte y lanzarnos a la caza del probable asesino.
Un buen señor llamado Jason M. Allen oriundo de la localidad de West del Estado de Colorado en los Estados Unidos, ha participado con la Obra «Théâtre D’opéra Spatial» en la competencia de arte anual de la Feria Estatal de Colorado. Los jueces analizaron las obras presentadas en las distintas categorías y decidieron otorgar a la obra del Sr. Allen, «Théâtre D’opéra Spatial», con la cinta azul en la categoría destinada a artistas digitales emergentes de la Sección de «Arte/Fotografía manipulada digitalmente». Hasta aquí no se advierte inconvenientes en la Salud de nuestro buen Arte, ni pareciera tampoco haber atisbo alguno de intento de asesinato. La falta de un diagnóstico quizás nos haga ignorantes de la enfermedad, la ausencia de evidencias visibles tal vez nos distraiga del inminente complot Articida...
El primer indicio para don Hercule Poirot, la daga escondida en el polvoriento jarrón sobre la chimenea, fue el chisme (que no sabemos a ciencia cierta si fue traído por un Mayordomo de fingida discreción o algún personaje secundario con pretensiones protagónicas), de que la Obra en cuestión había sido concretada a partir de una herramienta de Inteligencia Artificial, lo cual la convertiría en una de las primeras piezas creadas por inteligencia artificial en ganar dicho premio, hecho que provocó una violenta reacción por parte de artistas participantes que dieron la voz de Fraude.
Al parecer el Sr. Allen, de 39 años y que dirige un estudio llamado Incarnate Games, que fabrica juegos de mesa, se interesó en experimentar con arte creado por inteligencia artificial este año.